Por Amylkar Acosta Medina
A sus 79 años bien vividos, el COVID – 19 le arrebató su existencia a un gran amigo, pero sobre todo a un gran periodista, periodista de tiempo completo, como lo fue en vida Javier Ayala Álvarez. Se consagró al ejercicio del periodismo, que para él fue su pasión y lo tomó más como misión que como carrera. Fue larga su trayectoria y dejó una honda huella, todo un legado, pero sobre todo Javier seguirá siendo un referente del periodismo en Colombia, por su seriedad, ponderación e imparcialidad, ya fuera como reportero, como comentarista o como editor, porque además fue polifacético cuando del periodismo se trataba. Se nos fue el decano del periodismo colombiano, un periodista de tiempo completo!
Se inicio en el periódico El Siglo, de la mano del inmolado y por aquellas calendas candidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado. También se desempeñó como reportero y editor económico en El Espectador y en El Tiempo, respectivamente. El culmen de su trayectoria periodística fue su fundación y dirección del Noticiero Nacional, a través del cual le dio al país la primicia que él nunca habría querido dar, la del magnicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento, hace ya 30 años. De allí pasó a CM&, uno de los más destacados noticieros televisivos, en donde fungió como comentarista económico, para luego hacer lo propio en el reconocido programa radial de CARACOL 6 A. M a 9 A. M. Compartió set con el brillante y avezado periodista Yamit Amat, su colega y amigo de todas las horas.
Me cupo en suerte y me sentí honrado de contar con sus servicios profesionales, encargado de medios y comunicaciones, a mi paso por la Federación de Departamentos. Gracias a él logramos posicionar a la Federación y alcanzar su más alto reconocimiento. Y no era para menos, con sus luces y su orientación desarrollamos programas de televisión con entrevista de gran formato, con el concurso de Juan Guillermo Ríos y su programa, la amplia difusión de las cumbres de gobernadores y la revista institucional Autonomía, la cual contó con el aporte y contribución en cada número de destacadas personalidades de la vida nacional, pues el era la mejor carta de presentación de la misma.
Y más recientemente, venía colaborándole al Contralor General de la República Carlos Felipe Córdoba en la edición de la revista Economía Colombiana, de la mano de mi colega el profesor Beethoven Herrera. Esta revista volvió a ser lo que había sido bajo la dirección de ellos dos. En el número que está en circulación, dedicado a las regalías, fui invitado por ellos a participar como columnista.
Su trabajo, arduo, denodado y perseverante tuvo su reconocimiento por sus pares, muchos fueron los galardones recibidos encomiando su excelsa calidad periodística. Este valluno, además de haber sido Presidente del Circulo de periodistas de Bogotá y Comisionado Nacional de TV, recibió el Premio Nacional de periodistas Simón Bolívar, el Premio Nacional de Periodismo del CPB y se hizo acreedor al Premio Politika 2017. De él puede decirse que partió a su encuentro con Dios con la satisfacción del deber cumplido, porque además fue un hombre realizado, su periplo vital concluyó en paz consigo mismo y con la sociedad a la que le sirvió con total desprendimiento, sin esperar de ella nada a cambio.
Le expresamos nuestras sentidas condolencias a su esposa Carmen Campo y a sus hijos Javier, Ricardo, Juan Manuel y Adriana, así como a sus demás familiares.