El expresidente argumenta su determinación y asegura que en el desarrollo del procedimiento se han llevado acciones como “interceptaciones ilegales y dolosas”, “filtraciones selectivas a adversarios políticos y periodísticos”, entre otras, con las que se violan ocho garantías procesales y “anulan cualquier expectativa de poder regresar al Senado”.
El exmandatario también señala que el exmagistrado José Luis Barceló lo llamó a indagatoria hace más de dos años, “en un proceso que desconocía y cuya existencia él mismo negó”. Indicó que en su momento se anunció una versión libre que “nunca permitieron”.