El periodismo y su compromiso con la sociedad

El periodismo y su compromiso con la sociedad
Del 2 al 9 de octubre de 2022

En este esfuerzo colectivo por sacar a La Guajira adelante el periodismo de opinión debe ser protagonista de nuestro desarrollo.

Por José Carlos Molina Becerra

Sin duda alguna, en el país se inició un cambio de época, que comenzó a evidenciarse cuando centenares de jóvenes iniciaron un movimiento de rebeldía e inconformidad con el establecimiento estatal, primero en las redes sociales y luego en las calles; lo que trajo como consecuencia entre otras cosas, que se eligiera por primera vez en nuestra vida republicana un   presidente con ideología de izquierda.

Los dirigentes políticos, empresariales, gremiales, los académicos, científicos, periodistas y en general los líderes sociales, que no estén en capacidad de entender que estamos iniciando este cambio de época en el país, la realidad terminará superándolos y dejándolos al margen de los procesos que serán indetenibles.

En ese sentido, los medios de comunicación tradicionales han venido sufriendo una trasformación como consecuencia de la internet, que permitió que las barreras de tiempo y espacio desaparezcan y las posibilidades comunicativas se amplíen. Hoy los expertos hablan de “una nueva democracia en la comunicación”, gracias al impacto de las herramientas sociales.

Por esa razón entre otras, a los medios de comunicación tradicionales les ha tocado reinventarse para poder sobrevivir comercialmente. Las redes sociales son una fuente inagotable, donde el consumidor de la información tiene un papel más activo y selecciona qué información desea recibir, cómo y cuándo.

Aún subsisten los medios de comunicación tradicionales que son propiedad de empresarios, dueños además de bancos, empresas de salud, fondos de pensión, constructoras y grandes terratenientes. Esas empresas de comunicación que tienen a su vez canales de televisión, cadenas de radio y periódicos, que, por muchos años, aliados a los gobiernos han contado “su verdad periodística”, lejos de la objetividad y la imparcialidad; cuyo propósito principal es seguir manteniendo su poder. Por años, educaron a muchas generaciones de hombres y mujeres que mantenían una formación política producto de los editoriales de las cadenas de radio, televisión y periódicos.

Pero hoy, insisto, gracias a esa nueva democracia de las comunicaciones que nos posibilitó la Internet, podemos tener mayores posibilidades de información y contrastar las noticias y las líneas editoriales que se nos ofrece. Redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp, entre otros, nos permiten compartir y observar comunicación en tiempo real.

Siempre se ha esperado y aún mayor en estos tiempos, que el periodismo tiene que ser investigativo, audaz, creativo, ético, valiente, pero sobre todo debe buscar siempre la verdad con objetividad e imparcialidad. Ese tipo de periodismo jamás perderá vigencia y estará contribuyendo siempre con el fortalecimiento de la democracia.

Si el periodismo no tiene un compromiso genuino y autentico con la sociedad a la que pertenece se convertirá más temprano que tarde en una farsa. Un periodista nunca debe aprovechar su condición para utilizar su medio de comunicación y mentir, calumniar, difamar, ocultar información, distorsionar los hechos, tergiversar información y nunca, pero nunca servir algún poder.

En este tiempo, todos debemos contribuir a fortalecer nuestra democracia, trabajar porque nuestra hermosa península consolide proyectos esperados y necesarios como: La Represa del Ranchería, el distrito de riego de las 18 mil hectáreas para fortalecer nuestra soberanía alimentaria, fortalecer nuestra zona especial aduanera con un puerto marítimo moderno, implementar una política institucional para fortalecer el turismo, adecuar una legislación que beneficie a La Guajira por ser un departamento productor de energías limpias, fortalecer aún más nuestra universidad etc. En este esfuerzo colectivo por sacar a La Guajira adelante el periodismo de opinión debe ser protagonista de nuestro desarrollo.